Sufro de incontinencia verbal, puedo estar hablando horas de cosas intrascendentes.
Pero cuando estoy mal me refugio en el silencio. Siempre me pasa, las palabras se quedan en la garganta y no salen. Es un tapón emocional, que cual bilis sube por el estomago hasta que lo vomito, pero las palabras no me salen sólo lágrimas. No me gusta llorar.
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