OBTUARIO

Soledad y vejez son compañeras,
que andan de la mano cogidas.

A mis años,
las horas son eternas,
los dias son siglos
y los años milenios.


Nadie me habla,
no hablo con nadie ...
excepto tu,
pequeño compañero,
nuestras conversaciones, ahora estan teñidas de silencios.

Tus trinos, no son sino sonidos imaginados.
Tantos años compartiendo desventuras
y te marchas en silencio.

Tu alborozo de mis dias.
Con tu muerte me recuerdas,
que me queda menos tiempo en este solitario mundo.


Con cariño ...

Viernes

Los viernes por la tarde se respira aire festivo.
La gente barrunta el largo fin de semana que se presenta por delante.
La ausencia de madrugón el sabado por la mañana.

A partir de cierta hora, la ciudad bulle,
de personas que se lanzan a al vorágine nocturna,
ataviadas con sus galas de fiesta.
Esas que esconden miedos e inseguridades,
insatisfacciones y tristezas.

Rimel para el dolor,
sombra para las penas,
pintalabios para desesperación.

Pero hay viernes ,
en los que las máscaras caen
y uno se encuentra rodeado de amigos,
sin luces de leon sin imposturas y tacones.

Esos en los que la música,
se sustituye por una buena charla.

Esos viernes son geniales.

Prestamos

Las palabras de otros,
a veces son mis palabras.

Por que nadie como Neruda
para hablar de la persona amada.

Ni mejor para expresar dolor que Benedetti.

La prosa en poesia tranformada.

Lexico para existir,
gramática de la vida.

Pero los besos, las caricias,
los palabras susurradas en la noche,
sin rima,
sin metrica,
esas son mias.

Madrid

En Madrid, ahora no llueve, diluvia.
La tormenta se ciñe sobre esta ciudad que amo y odio a partes iguales.
Me encanta el hipnotico sonido de las gotas de agua sobre los edificios.
El cielo gris plomizo, el olor a tierra mojada, en esta ciudad llena de contaminación.

Madrid, con sus aceras llenas de charcos, sus calzadas inundadas, se revela
dispar y extraña. Sobre todo cuando llueve durante el dia, la ciudad se vuelve inhospita, agresiva, es como si el agua nos devolviera a la realidad y nos hiciera recordar nuestras debilidades. Por el contrario durante la noche, envuelve a esta en un halo de misterio,
donde transcurren historias de los mas variopinto.

Mi historia esta noche transcurre entre las sabanas de mi cama, donde me pienso acurrucar,
a escuchar los sonidos de esta ciudad que nunca duerme. A esperar que el sueño me gane y que mañana el trafico no convierta Madrid en un infierno.

Ella

Ella, que todo lo tuvo, se conforma con vivir a medias, sin compromisos, sin miedos y sin ira.

A la espera de un final, quizas anunciado, de un principio apenas esbozado.

Vive con cobardia, sin riesgos y sin pasiones.

Ella, que dice ser ardiente pasión, vive en un templado acuerdo.

Donde no se pregunta por no herir.

Donde no se responde por no mentir.

Ella, que todo lo tuvo, no sabe si anhela lo perdido.

Malvive en su mundo de sueños