El corazón es de fuego.
Los pensamientos son ladrillos que aprisionan el alma.
El alma que no vuela, no por ganas, sino por ausencia de fuerzas, se consume.
Se vuela,
se planea,
se remonta,
se desciende,
se asciende,
se empieza,
se acaba.
Se vive, se rie ... que buena es la risa que alivia la desgana.
La risa es el cascabel del alma.