Somos prisioneros
cual grilletes cuelgan en nuestras muñecas,
las cadenas del tiempo.
En este mundo ordenado y controlado
reivindico la hermosura de la pereza,
el no tener horarios...
Reivindico la subjetividad
del tiempo.
Porque el tiempo no pasa igual,
en una hora a tu lado,
que en un dia sin ti.