viernes, 23 de octubre de 2009

Viernes

Los viernes por la tarde se respira aire festivo.
La gente barrunta el largo fin de semana que se presenta por delante.
La ausencia de madrugón el sabado por la mañana.

A partir de cierta hora, la ciudad bulle,
de personas que se lanzan a al vorágine nocturna,
ataviadas con sus galas de fiesta.
Esas que esconden miedos e inseguridades,
insatisfacciones y tristezas.

Rimel para el dolor,
sombra para las penas,
pintalabios para desesperación.

Pero hay viernes ,
en los que las máscaras caen
y uno se encuentra rodeado de amigos,
sin luces de leon sin imposturas y tacones.

Esos en los que la música,
se sustituye por una buena charla.

Esos viernes son geniales.

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