Pertenezco a una generación que vive en el desaliento y en la precariadad.
A mi generación se nos enseño a no mentir, a no robar, a tener tesón, basicamente se nos dijo que podiamos cambiar el mundo. Eramos idealistas
Ilusos de nosotros. Hijos de una democracia incipiente, el paso de los años ha demostrado la inutilidad de estos valores. Somos una generación sobrecualificada que tenia grandes esperanzas, pero que actualmente vive a base de decepciones: politicas, sociales...
Nos enfrentamos diarimente a un mundo anódino en el cual lo único que nos queda es ser personas. Eso es lo que hicieron de nosotros, personas.
Nos enseñaron a soñar, para luego enfrentarnos con la dura realidad en la cual esas enseñanzas sirven, pero de manera teorica.
Somos personas en un mundo que tiende hacia la impersonalidad.
¡Que ironia!
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