Los minutos antes de la consulta con horribles e indescriptibles.
Todas las variables se agolpan en ese lapso de tiempo y en vez de esperar a obtener los resultados nuestra mente divaga y elabora posibilidades.
Curiosamente ninguna de las opciones planteadas son positivas.
A la salida, me invade el pesar e inevitablemente lloro. Achaco las lágrimas a la tensión nerviosa pero sospecho que ha germinado en mi la flor de la pena
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