Las luces de neón atenuan los rasgos,
de los desconocidos que te rodean.
El alcohol, el ritmo,
todo induce al trance,
el rozar de cuerpos,
el olor a tabaco,
el sabor a licor.
Y en medio de ese teatro
el vacio...
que no llena el ruido.
El vacio de las ausencias,
que siempre pesan.
El vacio de los naufragios
de los fracasos
El vacio de los miedos,
que nos atenazan.
La carencia de palabras,
la ausencia del verbo,
la importancia del gesto.
Aun asi,
rodeado de gente,
es como si estuvieras
en un desierto
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