Los besos esconden promesas,
de amistad,
de amor.
Los besos te nacen del alma.
Las ganas de dar un beso,
se ubican en una pequeña cajita expendedora
al lado del corazón.
No hace falta moneda para darlos.
Las ganas se inflan como un globo,
te suben por el pecho, la garganta,
juntas los labios y salen disparados.
Pero a veces... no se puede dar un beso.
Los besos que no damos,
se transforman,
de gaseoso a liquido.
Como las nubes en lluvia.
Se acumulan en una vasija al lado de la caja.
Suben, igualmente, por el pecho y la garganta,
pero se desvian y se acaban precipitando por los ojos.
Los besos que no damos se transforman en llanto
1 comentario:
para que dejar que los besos se formen en llanto, si los puedes dejar en la cajita y sacarlos cuando realmente merezca la pena?
Llorar los besos significa perderlos.
Un besote!!!!!
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